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Desde la infancia te ha motivado eso de escribir. Quizá tenías un diario o componías poemas de amor en la adolescencia. O a lo mejor siempre te ha gustado escribir cartas… Pero la frenética vida que llevamos, las exigencias del trabajo y la familia, nunca te han dejado un tiempo para sentarte tranquilamente y permitir que fluya en un río de palabras todo eso que se ha ido acumulando dentro de ti.
¿Y qué hay dentro de ti? Un montón de recuerdos que se están cubriendo de polvo, todo tipo de pensamientos que cruzan sin cesar por tu mente a velocidad de vértigo, una serie de emociones intensas que te atraviesan de lado a lado el corazón, la experiencia de tantas cosas vividas y aprendidas, y la inquietante sensación de que la vida se te va sin haber podido poner orden en todo eso y sin que nadie más que tú sepa por lo que has pasado.
Seguir aguantando el dique no es la solución. Si no buscas el momento y abres una brecha en tu vida para dedicarte a tus cosas, las ocupaciones siempre importantes y urgentes se te comerán el tiempo que te queda.
Sin embargo, una vez que te permitas unas horas semanales para aquello que siempre habías anhelado, para dar salida a tu caudal creativo, muchas cosas cambiarán, incluida tu manera de mirar el mundo.
Así que no hay tiempo que perder.
Todos somos creativos por naturaleza. En cuanto abras la válvula, brotarán de ti historias que nunca antes habrías pensado que pudieran salir. La escritura es gozo y libertad. Te puedes quitar los corsés de las convenciones y gritar a los cuatro vientos todo lo que se te ocurra a través de tus personajes. Es la mejor forma de que aflore tu verdadera naturaleza, esa que tienes tapada bajo muchas capas de contención.
También puedes dar la vuelta a todo aquello que te hizo sufrir en tu vida para convertirlo en liberación, o dar rienda suelta a la rabia acumulada y a todas las emociones con las que no sabes qué hacer, o dejar que tu protagonista resuelva los conflictos por ti. Con él cambiarás tú también y tu vida se volverá más dúctil y rica.
Tu corazón se irá despertando al ritmo de tus palabras, serás más consciente de lo que ocurre a tu alrededor, estarás más receptivo y empático ante los demás, te volverás más observador y detallista, te dejarás traspasar por las situaciones. De todo lo que vivas (bueno o malo) sacarás material para escribir, mientras que todo lo que escribas podrás aplicarlo a tu vida.
1. Juega con las palabras
2. Haz tangible tu escritura
3. Tu voz
4. Sé natural
5. ¿Quién eres cuando narras?
6. Tu mirada
7. Imagínate que…
8. Siempre pasan cosas
9. El conflicto o la madre del cordero
10. Un poco de orden en tu historia
11. Escenifica
12. ¿Te imaginas ser escritor/a?
Soy Isa Cañelles y de pequeña casi no hablaba, así que me refugié en la lectura y en la escritura. Sin ellas, habría sucumbido a la desesperación, así que les he sido fiel el resto de mi vida y aquí me tienes.
Las aventuras de un lápiz
La primera historia que escribí se llamaba «Las aventuras de un lápiz», y en ella el lápiz (que era yo, aunque no lo supiera) pasaba por todo tipo de vicisitudes y desgracias (que eran por las que mi corazón atravesaba en la infancia) hasta dar con un niño que le trataba bien y lo quería. Esto es una muestra de cómo la escritura —de forma natural— te proporciona amor y compasión hacia ti mismo.
Lo importante no es el talento
De mayor realicé la carrera de Filología Hispánica, y a los veinticinco años empecé a impartir clases de creación literaria. Por ellas han pasado multitud de personas de todo tipo. Nunca me he encontrado a nadie que careciese de creatividad o de imaginación. Y he comprobado que eso del «talento» es una patraña, o digamos que solo se trata de cierta facilidad innata para una disciplina artística, pero que lo esencial tiene que ver con otras cualidades de la persona que se pueden trabajar: la perseverancia, la capacidad de escucha, la confianza, la apertura de corazón, la flexibilidad, el sentido del humor… Con todo eso me gusta trabajar en clase, dejando que cada persona vaya a su propio ritmo, sin forzar las cosas.
Vivir amorosamente
Aparte de mis muchos años de experiencia como profesora de creación literaria, también llevo mucho meditando, he realizado una formación en psicología contemplativa, y he invertido mucho trabajo y esfuerzo en relacionar estas disciplinas. Me parece extremadamente importante trabajar con las emociones en el proceso creativo, y que aproveches tus historias para crecer como persona.
Todo esto hace que mis cursos sean diferentes: no te enseño exactamente a escribir bien, sino a vivir de una forma más consciente y amorosa ayudándote de la escritura. O sea, a escribir desde el corazón.
«Siento un poco más de cofianza en lo que escribo (lo cual no es poco para mí), aunque eso que haya escrito esté basado en vivencias propias. Me permite confiar en que puedo utilizar mis diálogos internos y percepciones de forma creativa; y gracias a la meditación, estoy intentando aprender a observar esos diálogos y percepciones, porque aparte de que el ejercicio de la observación me siente bien, me puede permitir utilizar eso que observo como material de escritura».
«Siempre me había apetecido escribir ficción, después de muchos años de escribir solo informes y correos electrónicos de trabajo. Era consciente de que necesitaba conocer las técnicas de la escritura, que se van explicando muy bien durante el curso, y que vas asimilando poco a poco, avanzando en cada relato, en el que incorporas un nuevo elemento. Mi principal problema al principio era meterme en los personajes, y encontrar su voz. Escribía desde fuera, como un periodista o un consultor. Pero a las pocas semanas, gracias en parte a la meditación, y sobre todo al asesoramiento de Isabel, empecé a entrar en ellos, a escribir desde sus emociones y sentimientos. Descubrí que escribir es sentir y sufrir como tus personajes, alegrarte y sorprenderte con ellos. Ese es el mejor regalo que me ha quedado para siempre de este curso».
«Antes de este curso centraba la calidad de mi escritura en la técnica, y el trabajo personal era algo independiente. Gracias a esta experiencia, entendí que mi crecimiento afecta a la construcción de personajes y conflictos, y que la escritura, desde aquí, se torna veraz. Isabel es una escritora y una transmisora de conocimientos serena, sensible, cercana y confiable; canta las verdades con sinceridad pero te arropa, enaltece lo bueno de cada texto y persona sin dejar de animar al crecimiento».
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36 horas de vídeoconferencia a lo largo de tres meses
En absoluto. Es un curso de inicación y se partirá desde cero. En este curso, no tener experiencia escribiendo es una ventaja, porque de ese modo, el descubrimiento y el gozo serán mayores.
Si te dices eso a ti mismo/a, recuerda que no es más que un pensamiento al que no tienes por qué obedecer. Todo el mundo vale para escribir. Todos somos creativos, y tú también. Este curso está pensado precisamente para explorar tu propio caudal, ese que crees que no tienes pero que saldrá a la luz, no lo dudes. Si no crees en ti, deja al menos que yo sí crea, en base a mi propia experiencia de muchos años de invalidación y el trabajo con mucha gente que tampoco creía en sí misma… hasta que tuvo la oportunidad de experimentarse de otra manera.
Vas a pagar 13 euros por hora. ¿Cuánto te gastas cada vez que vas al cine o te vas a comprar ropa? Piensa que muchas veces los gastos tienen que ver con las prioridades. Con este curso estás invirtiendo en TI, y en una mejor relación con todo lo demás, lo que te generará mucha más rentabilidad que cualquiera de las compras superfluas que puedas realizar a lo largo del año. Y si realmente estás muy apurado/a de dinero, te recomiendo que empieces a ahorrar para la próxima convocatoria. También te recomiendo que te leas este artículo de mi blog.
Es importante asistir a todas las sesiones, pero si por razones de causa mayor no puedes dejar de faltar a una sesión, recibirás la grabación de esta y los materiales correspondientes. Y si tuvieses que abandonar el curso por algo ineludible, no se te devolverá el importe, pero se acumulará (durante un año) para que te puedas apuntar en la siguiente edición.
Si no quieres comprometerte este curso no es para ti. Yo aporto todo mi conocimiento, mi implicación y mi compromiso, así que necesito el tuyo para poder garantizarte unos buenos resultados.
Si te surge un imponderable y no puedes asistir al curso, si me avisas con más de 20 días antes del comienzo de este, te devolveré el importe restando los gastos bancarios y administrativos. Si me avisas después, no se te devolverá el importe, pero podrás usarlo para la siguiente convocatoria o para otros cursos míos en el plazo de un año.